Redadas: el Operativo Hermes mantiene la estrategia del miedo
Beatriz Ortíz Martínez
Control en un locutorio del barrio de Vallecas (Madrid) el día 20/10/2010. Foto: Edu León.
Distintas informaciones han alertado de la puesta en marcha, este fin de semana, del Operativo Hermes, una operación a escala europea de control de personas sin papeles. Sin embargo, el Ministerio de Rubalcaba asegura que esta operación ya se ha llevado a cabo. De una forma u otra, los controles persisten.
El lunes 18 de octubre saltó la noticia de que se ha puesto en marcha el Operativo Hermes en el Estado español en coordinación con los Estados miembros de la Unión Europea, cuyo objetivo principal es mejorar y coordinar el trabajo de las fuerzas de seguridad, así como impulsar la cooperación de las autoridades europeas e internacionales, es decir, establecer en todos los países actividades simultaneas de monitorización y prevención, de identificación y expulsión de personas sin papeles.
Los datos al respecto son diversos e incluso contradictorios: fuentes policiales han informado a diferentes agencias y medios de comunicación sobre el aumento de las redadas y sobre el hecho de que este operativo se desarrollaría durante esta semana (del 18 al 24 de octubre), mientras que desde el Ministerio del Interior han afirmado que el “operativo Hermes” tuvo lugar la semana pasada (del 11 al 17 de octubre). En todo caso, destacan las organizaciones de defensa de los derechos sociales, lo importante es poder alertar y mantener al corriente de la puesta en marcha de este operativo a personas de origen inmigrante que puedan verse afectadas.
La consecuencia directa de la puesta en marcha de este operativo es un aumento de los controles racistas en las zonas públicas y los principales puntos de circulación de personas (estaciones de autobuses, de trenes y en el metro).
¿Cómo son los controles racistas?
Estas identificaciones se hacen de manera selectiva. El factor principal para solicitar a una persona que se identifique son sus rasgos físicos, es decir, los agentes de policía solicitan identificación a personas de origen extranjero y que son susceptibles de tener o no sus papeles en regla.
Iniciativas de varios colectivos, como las Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos o Ferrocarril Clandestino, consisten en recopilar información sobre estas acciones policiales, de manera que puedan existir datos sobre la frecuencia de las redadas racistas y las zonas en las que se suelen realizar. Otros sistemas de alerta más o menos inmediata avisan a las personas sin papeles por sms sobre el lugar en el que se está dando una redada para evitar que transiten por el mismo.
Iniciativas como Alerta! también permiten participar en la documentación de las redadas, en este proyecto se recopila información sobre controles racistas, brutalidad policial o violencia homófoba, entre otras cosas, a través de las redes sociales o el móvil.
De nuevo a un fotógrafo de DIAGONAL le borran sus fotos de controles masivos de identidad a migrantes
Redacción Diagonal
A primera hora de esta mañana, varios agentes de la Policía Nacional han obligado a Olmo Calvo, fotógrafo de DIAGONAL e integrante del proyecto de Fronteras Invisibles, a borrar fotografías de su cámara bajo la amenaza de quitársela y llevársela a comisaría.
Tras borrar las fotografías de la cámara de este fotoperiodista de DIAGONAL, el dispositivo policial de control de identidad de migrantes ha sido trasladado de Alto de Extremadura a Lucero, como refiere el propio Olmo Calvo. “¿Qué pasa? ¿Nos estás siguiendo?”, le saludaron los mismos agentes al verle llegar a las inmediaciones de la estación de metro. En esta ocasión, no pudo hacer fotos. A la misma hora, y en otra estación de Metro de Madrid, la de Lavapiés, cuatro policías de paisano realizaban controles a migrantes en los andenes, el mismo lugar, donde unos meses antes dos agentes requisaron la tarjeta fotográfica de Edu León cuando fotografiaba uno de estos controles. En el primer juicio que se ha producido esta semana por estos hechos, la fiscal ha pedido su libre absolución.
Según distintas informaciones, durante este fin de semana se lleva a cabo el Operativo Hermes, un ensayo coordinado en la Unión Europea de controles de identificación y expulsión de personas sin papeles. Más allá de esta supuesta prueba piloto, estos controles son habituales en el Estado español. Y denunciados por decenas de colectivos sociales, “fijate hay unos tipos con chalecos reflectantes que nos persiguen y no nos dejan trabajar”, explicaba esta mañana uno de los agentes policiales a Calvo mientras procedía a borrar las fotografías que había tomado. Este policía se refería al trabajo de denuncia que realizan las Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos “para rechazar los controles policiales de identificación y redadas masivas de detención dirigidas contra las personas inmigrantes”, según explican en su página web.
“Un agente de la autoridad no puede quitar la tarjeta o la cámara a un fotógrafo. Es totalmente ilegal, sólo lo podría hacer un juez”, puntualizaba Lluis Salom, secretario de organización del sindicat de l’imatge catalán UPIFC, en el último número de DIAGONAL sobre los ataque que diferentes fotógrafos han sufrido por parte de agentes de la autoridad últimamente. Además, Salom recordaba que cualquier policía, como funcionario, mientras realiza su trabajo públicamente puede ser fotografiado. Eso sí, los agentes insistían en quitarle las fotos, puesto que según ellos éstas “podían acabar en manos de la izquierda abertzale”, según denuncia Calvo, y que si le quitaban su equipo no respondían sobre cómo sería tratada en dependencias policiales.
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