27 de julio de 2011

PRESENTACIÓN DEL INFORME 2010-2011 "CONTROLES DE IDENTIDAD RACISTAS EN MADRID"

El miércoles 27 de julio las Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos hemos presentado el I Informe sobre los Controles de Identidad Racistas en Madrid (2010/2011) que os podéis descargar aquí:


Informe sobre los Controles de Identidad Racistas en Madrid (2010/2011)

Las Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos hemos constatado en el transcurso de este año y medio, a través de la actividad de observación y documentación de posibles situaciones de vulneración de derechos humanos en Madrid, que el cuerpo nacional de policía, por orden del Ministerio del Interior, realiza controles sistemáticos de identificación determinados por la apariencia de las personas interceptadas, siguiendo criterios discriminatorios, racistas, clasistas y xenófobos.

Conclusiones tras el análisis de los datos recogidos:

• Los controles racistas son ilegítimos e injustos, vulneran derechos fundamentales, atentan contra la dignidad de las personas y socavan los principios del Estado de Derecho; por tanto son ilegales, pero aún en el supuesto de que “no las prohibiera la Constitución”, seguirán teniendo el mismo carácter.

• Los datos recogidos en este Informe (alto nº de controles, porcentaje reducido de detenciones en relación a identificaciones, “detenciones preventivas”, volumen de dispositivos policiales, etc.) constatan cómo este tipo de controles excede el objetivo aparente de “localizar a personas en situación administrativa irregular”.

• La persecución constituye un mecanismo de control social que refuerza la construcción de un grupo social homogéneo, “los otros”, produce segregación social, levanta fronteras internas y potencia la diferenciación social entre la población autóctona y la extranjera. Los controles contribuyen a generar un imaginario estigmatizador que relaciona migración y delincuencia,
presentando a la población migrada como malhechores y enemigos, siempre bajo sospecha, lo que origina xenofobia y racismo social.

• La alta frecuencia de los controles refuerza la sensación de inseguridad y provoca una alarma social fabricada artificialmente que degrada la convivencia en nuestros barrios.

• Las redadas racistas en Madrid provocan graves consecuencias en la vida cotidiana de las personas susceptibles de ser identificadas. Desencadenan un “ciclo de privación de libertad”, que en un contexto que criminaliza y limita en derechos socioeconómicos a una parte de la población, también la somete a prácticas de hostigamiento y represión que generan miedo e inseguridad.
La interiorización de ese miedo aumenta ante la posibilidad de topar con un control en cualquier lugar, de ser identificado por la policía, conducido a comisaría, detenido en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) y eventualmente deportado. Cuando concluyen en expulsión por mera estancia irregular, estos controles truncan el proyecto de vida personal y familiar de la persona expulsada y sus familiares.

• Los controles policiales en los espacios de transportes públicos atentan directamente contra el derecho a la libre circulación de las personas e incumplen los criterios fijados en la legalidad vigente.

• La alternancia de dispositivos policiales espectaculares, generadores de alarma social, e intervenciones “enmascaradas” (policías de paisano, interpelaciones desde el coche, etc.), los discursos sobre controles “preventivos” y “rutinarios”, el “circulen, aquí no hay nada que ver”, la impunidad, etc., son todos aspectos de los controles de identidad racistas que parecen dirigidos a que la presencia policial, así como determinadas prácticas que tratan de reconfigurar el espacio público como mero lugar de tránsito protagonizado por la preocupación por la seguridad (recortando así libertades y priorizando la vigilancia). Esta vigilancia está dirigida a que interioricemos las fronteras, levantadas sobre los cimientos de la desigualdad socio-económica derivada del expolio de muchos pueblos del mundo y de la expropiación de recursos de la clase trabajadora para la acumulación capitalista.

• Desde Delegación de Gobierno se ha obstaculizado la labor de observación y documentación de controles racistas de las y los miembros de las Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos, así como de otras personas que han denunciado los controles. Se han efectuado identificaciones como mecanismo de coacción, y en los casos de imposición de sanciones se ha buscado mermar una acción política que hace visible la vulneración de derechos amparada por el gobierno.

20 de julio de 2011

Presentación del Informe 2010/2011 sobre los controles de identidad racistas en Madrid

"CONTROLES DE IDENTIDAD RACISTAS EN MADRID"

Recopilación del trabajo de observación sobre los controles racistas en Madrid realizado por las Brigadas Vecinales de Observación de Derechos Humanos.

La presentación tendrá lugar el miércoles 27 de julio a las 11 hs. en el local de FERINE (Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados). C/ Navarra, 35. Metro Estrecho

19 de julio de 2011

Marcha por el cierre de los CIEs y el fin de las redadas racista

El viernes 22 de julio a las 20.00 horas, las asambleas populares de Carabanchel, Usera y Aluche convocan una marcha exigiendo el cierre de los CIES y el alto a las Redadas Racistas por parte de la policía.
Salida: Metro Usera (por C/Amparo Usera)

15 de julio de 2011

Presentación de recurso de alzada ante el Ministerio del Interior por vulneración de derechos y libertades fundamentales


Nota de prensa: 15 de Julio 2011


Los días 22 de diciembre de 2010, 22 de febrero y 10 de mayo de 2011 varias personas que participan en una Brigada Vecinal para la observación del cumplimiento o no de los Derechos Humanos, son denunciadas por el Cuerpo de Policía Nacional. La acusación es, en todos los casos, la de: “provocar reacciones en el público que alteran o pueden alterar la seguridad ciudadana”. Lo que hacen las personas denunciadas es documentar los controles de identidad guiados por perfil racial, efectuados por la Policía Nacional en los espacios de uso público de la ciudad de Madrid, así como informar al vecindario tanto sobre dichos controles como sobre sus derechos fundamentales.
La labor de BVODH es totalmente legítima y legal: consiste en el ejercicio de la defensa de los Derechos Humanos, así como del derecho fundamental a la libre expresión y denuncia de la violación de dichos derechos. 
La Delegación de Gobierno ha resuelto interponer sanciones administrativas a las personas denunciadas, pese a las alegaciones presentadas ante dicha Delegación sobre lo infundado de las acusaciones.
La interposición de dichas sanciones a participantes de las BVODH está dirigida a obstaculizar la respuesta ciudadana a los controles de identidad racistas y las detenciones “preventivas” ilegales que realiza la Policía Nacional, por derivación del Ministerio del Interior. Estos controles y detenciones constituyen una persecución a una parte del vecindario, segregan y restringen la libertad de movimiento de las personas, impidiendo un uso igualitario del espacio público, sembrando el miedo y la desconfianza. Son uno de los eslabones de la cadena de persecución de las personas migrantes, seguida de reclusiones en Centros de Internamiento de Extranjeros y deportaciones. 
Por este motivo, hoy día 15 de julio, se presentará recurso de alzada ante el Ministerio del Interior, con el objetivo de que cese el acoso a las personas que ejercen de forma legítima la defensa de los Derechos Humanos a través de su actividad en BVODH.
Junto a dicho recurso se incluirá la solicitud de la suspensión de pago de las multas. Como ya hemos indicado anteriormente, consideramos que las sanciones están dirigidas a disuadir a las personas que participan o podrían participar en BVODH de realizar esa labor de observación de Derechos Humanos y ejercer la libre expresión. 
 Consideramos que la coacción no puede constituir un motivo para dejar de ejercer la libertad de expresión y opinión de forma pacífica en el espacio público, con objetivo de defender nuestros derechos. 
Por otra parte, se convoca a la presentación del Informe de las BVODH, donde se publican los resultados de la labor sistemática de observación y documentación de los controles de documentación por perfil racial, y se difunde lo encontrado, reflexionado y trabajado durante la actividad de las BVODH en su primer año y medio de vida.
La presentación será el día 27 de julio a las 11.00 en el local de FERINE (Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados) en Calle Navarra, 35. Metro Estrecho.

8 de julio de 2011

Crónica de un día de dignidad (Lavapiés, 5 de julio de 2011)


<<Alrededor de un centenar de personas ha increpado este martes a miembros de la Policía Nacional en el barrio de Lavapiés cuando los efectivos policiales trataban de realizar una identificación rutinaria de un inmigrante, según han informado fuentes de la Policía.>>

Se trata de uno de los titulares del día. Parece que empezamos a ser noticia y es positivo, muy positivo que la población sepa y conozca bien este tipo de actos policiales. Eso sí, sin intención de ser, no más crítico que lo que en esta cuestión merece. Ni la palabra increpar es la más adecuada, ni afirmar que la realización de identificaciones por causas raciales son rutinarias, es lo más pertinente para un medio de comunicación ya que normalizan y amparan de alguna manera este tipo de actos ilegales y en contra de los derechos humanos.

A veces resulta complicado obtener información completa y certera acerca de los sucesos ocurridos. Sin adornos ni exageraciones, sin manipulaciones ni omisiones intentaré dar mi versión lo más detallada sobre lo ocurrido ayer día 5 de Julio en el Barrio de Lavapiés.

6 de julio de 2011

El barrio de Lavapiés expulsa a la policía por hacer redadas ilegales a inmigrantes

Redacción / Fotos: OLMO CALVO. Diagonal
Más de 100 vecinos del barrio de Lavapiés en Madrid pararon ayer un control de documentación racista que se estaba llevando a cabo en el metro. La policía, en colaboración con el guardia de seguridad del metro, solicitaba papeles según el color de la piel. La protesta pacífica de los vecinos y vecinas ante estos hechos en la calle, donde había un numeroso despliegue policial, consiguió parar la redada.